lunes, 8 de junio de 2009

Ya está cerrada con tres candados...


Por ahi me contaron las lenguas viperinas que a Mr. Puercas se le bota la canica, y más cuando sus empleados se rebelan pues me enteré que un día uno se le puso al brinco cual porro de la politécnica y pateó la puerta...

Así es ñores y ñoras, pateó la puerta...

Más triste fue enterarme de que la pobre puerta que ni la culpa tenía; quedó toda jodida y descuadrada, al grado que los empleados no podían ni cerrarla. Chale... lo que es querer hacerle al cuento.

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